Como consecuencia de ese claro empujón, una mujer se transformó de pronto en la segunda mujer en presidir a Bolivia, después que en su momento lo hiciera Lidia Gueiler Tejada (entre 1979 y 1980, para terminar siendo víctima de un golpe militar encabezado entonces por el general Luis García Meza, que asumió de inmediato la primera magistratura de su país.
Se trata de la actual presidenta interina de Bolivia, Jeanine Añez, una mujer con larga experiencia en el mundo de la política local, decidida y “de agallas”. Que ahora anuncia que competirá, en mayo próximo, por la presidencia constitucional de Bolivia. Lo que, desde que está ya instalada en el poder, le genera toda suerte de inevitables críticas, incluyendo las de las fuerzas de centro encabezadas por el ex presidente Jorge (Tuto) Quiroga, que sostiene que su candidatura de alguna manera “deslegitimiza” el llamado a elecciones presidenciales hecho por ella misma.
Sus rivales incluirán al designado por el Partido de Morales, el llamado Movimiento al Socialismo, Luis Arce, que tiene un 31,6% de intención de voto. Y al también ex presidente Carlos Mesa, que –por su parte- logra un apoyo del 17,1%. Si sumamos los 17,1% de apoyos que tiene Mesa a los 16,5% de Áñez se puede pensar en derrotar a Arce. Pero, una vez más, una oposición todavía muy dividida parece no estar aún dispuesta a hacerlo.
Bolivia, un país con varias naciones en su interior está, por lo antedicho, profundamente dividido, como siempre. Y Añez es la única presidenta mujer de toda América Latina, lo que no es un dato menor cuando de describir a una mujer políticamente fuerte se trata. Con una filosofía parecida, salvando las distancias, a la del presidente Jair Bolsonaro, en Brasil.
Mientras tanto, los colaboradores más cercanos de Morales están siendo objeto de embates judiciales vinculados con la ola de acusaciones acumulada en materia de corrupción.
Si el MAS obtuviera la victoria Bolivia continuaría sumida en la desorientación que hoy prevalece. Nada bueno.
(*) Ex Embajador de la República Argentina ante las Naciones Unidas.
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