El actual presidente de Perú, Martín Vizcarra, al que se recurriera de urgencia tras la forzosa retirada de su inmediato predecesor, Pedro Pablo Kuczynski, sigue gozando merecidamente de la aprobación mayoritaria de los peruanos. Nada menos que el 65% de ellos aprueba su gestión, hasta ahora al menos. Ese es un nivel de aplauso muy alto. En Perú y en la región toda.
Esa aprobación es alta, cuando se la compara con las obtenidas en su momento, al comienzo de sus respectivas gestiones, por los cinco más recientes presidentes peruanos que lo precedieron. Veamos, específicamente: Alejandro Toledo obtuvo apenas un 25%; Alan García, un 50%, por un rato; Ollanta Humala, un 53%; y Pedro Pablo Kuczynski, que nunca pudo hacer realmente buen pie en el poder, tan sólo un frágil 32%.
La bandera principal de Vizcarra, que es la lucha abierta y frontal contra la corrupción, entusiasma a muchos peruanos. Y le provee de un fuerte viento político, a favor. El presidente parece haberse identificado efectivamente con la que es la principal “indignación” de la gente en el país de los incas.
Pero ha cambiado de sus duras embestidas iniciales a una postura algo más saludable, menos combativa y, por ende, bastante más dialoguista. Sin por ello dejar de lado sus firmes prioridades, que mantiene sin cambios sustanciales.
Su gabinete ministerial, encabezado por César Villanueva, paradójicamente, no recibe ese entusiasta tipo de aplauso, desde que sólo genera un pálido 30% de aprobación. Como si, de pronto, estuviera desconectado de Vizcarra. Lo aplaude sólo un tercio de los peruanos. Rarísimo y hasta contradictorio. Pero es así.
Según informa el Banco de Crédito de Perú, el país crecerá entre un 3,5% y un 4% de su PBI en el primer trimestre de este año.
El empleo formal sigue en sostenido aumento. El ritmo del 2018 se mantiene, queda visto. Por esto crecen el consumo de electricidad y cemento, emitiendo buenas señales, claramente.
El 2019 luce atractivo. La tasa proyectada de crecimiento es del 3,7% del PBI. La buena senda continúa siendo transitada, con éxito.
(*) Ex Embajador de la República Argentina ante las Naciones Unidas.
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